lunes, 16 de abril de 2012

Tercer vuelo: Dos tipos de personas

El escaner me permite hacer hipotesis que suelen ser ciertas sobre una persona. Cuanto más tiempo pase mejor se escaneará en mi cabeza, que cada vez tiene agolpados más documentos sobre las personas y no se me olvidan. Es algo así como Fulanita, tzzzz, alegre, creativa, normal, le gustan los colores, pacífica, simpática...Y ya está, mi imaginación crea a alguien que conozco a partir de alguien que no conozco.

Lo más curioso es que hay personas con las que despues de escanearlas la pantalla me sale en blanco ¿Por que? Bueno, supongo que porque son las personalidades más complicadas y para mi impresión luego son las personas que más me gustan, con las que mejor me llevo. Las que conoces pero siguen teniendo misterios. Yo misma soy una caja de sorpresas, que no me conozco ni a mi misma. Las personalidades complicadas suelen ser escépticas, dudosas, liberales. impredecibles...Claro que no todo son campos de flores para estos terrenos, como en todo también hay desventajas. Solo sabemos que no sabemos nada, no podemos ser ni blanco ni negro, sino que somos de colores. Así somos los que salimos en blanco para el desconcierto de los demás. Difíciles, fugitivos en mayor o menor medida y además al ser personas poco comunes atraemos las situaciones poco comunes, como me dijo alguien una vez (eso es lo más divertido).  Algunas veces nos ocurren tales cosas    o se nos vienen a la cabeza tales cosas que creemos que estamos locos, que se nos ha cruzado un cable, pero no es verdad, el caso es que estamos demasiado poco locos, es algo abstracto. Pero ¿Cuáles son esas situaciones tan divertidas (irónica y no irónicamente)? Pues bien, son situaciones como quedarnos encerrados dentro o fuera de nuestra propia casa, ahogarse en un vaso de leche (en serio), son muy dadas las casualidades como que te pase lo mismo que el libro que te estás leyendo o encontrarte a tu amiga mientras te comes un bocadillo de queso en un portal de piso con todos los portales que hay en esta ciudad y en el mundo. Ya sé que estas cosas no solo les suceden a cierto tipo de personas, pero es lo más frecuente, creo yo.

Ahora hablemos de los que sí veo en la pantalla tras escanearlos (no os vayáis a creer que os veo en el ordenador ahora mismo ni nada de eso, tampoco soy omnipresente por mucha pluma que sea). Estas personas no tienen por qué ser normales. Sólo basta con que muestren su personalidad a simple vista y entonces yo hago mi análisis, tzzzz, y mis teorías. Si se come las uñas, si fuma, la voz (muy importante), su forma de vestir, sus gestos, lo que lee, lo que no y muchas cosas más. Todo eso que ya no se me olvida. Yo no tengo la culpa de que no se me olvide, tampoco puedo evitar observar como todo ser viviente, me aburro y no, no se me olvida. Encima tengo la manía de fijarme en la letra de cada uno, manías, manías y más manías. Parece que miro al infinito y miro aquí mismo, incluso lo hago a posta, me hago la tonta y disimulo.

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