miércoles, 30 de enero de 2013

Vigésimo primer vuelo: Ciclo del agua




Poco a poco se derrama.
Se derrama la tinta azul de las lágrimas,
se derrama la arena que del tiempo se cansa, 
se derrama el tiempo y se convierte en nada
y la nada me derrama a mí.

De golpe se resbala y precipita.
Se resbala una gracia y precipita una sonrisa,
precipitan los recuerdos que agarran al tiempo,
se resbalan los dedos que la arena acarician,
precipitan los latidos y se resbala el alma,
se derrama en otra y atraviesa la nada.

Entonces tranquilamente fluye.
Fluye la vida preguntando el secreto,
fluye la caricia a través de los dedos,
fluye el éter y crea un ser nuevo,
y el pequeño ser hace que todo prosiga,
que prosiga el tiempo.

Después con agilidad asciende y permanece.
Asciende el color y permanece escarlata,
permanece el sabor que acuna los latidos,
asciende el saber y permanece en su casa,
fluye con Eros contra la nada,
mi felicidad y mi miedo que la sangre derraman.

Se derrama la tinta roja de las lágrimas,
se resbala por el precipicio y precipita,
fluye en la mesa hasta la azul tinta,
asciende el violeta y en el tintero permanece.

Poco a poco se derrama
la tinta violeta de las palabras. 

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