jueves, 10 de mayo de 2012

Noveno vuelo: El masoquismo en la biología

El afecto es una necesidad de supervivencia, decía el libro. "No", piensas, el agua y la comida son necesidades de supervivencia. Yo podría vivir solo en una isla ¿Por qué entonces se considera al afecto totalmente necesario para sobrevivir? La razón no está solo en el presente, sino en el futuro, a diferencia de las demás necesidades que figuran en la lista. Se trata de reproducirse y de obtener protección y enseñanza. Para eso se supone que existe el afecto,  para sobrevivir y reproducirse, que ironía.

Por ello "sobre-reaccionamos" ante una mínima cosa relacionada con el afecto y también "sobre-percibimos". Lo considero algo masoquista por parte de nuestro sistema biológico ¿Cómo se puede permitir eso a títeres de la naturaleza? ¿Por qué un botón de autodestrucción es el que permite que la especie siga adelante? Se supone que sabemos que el afecto es destructivo, claro. Me refiero al momento en el que das tu comida al otro por afecto, o cuando paras una pelea, o incluso podemos decir mátame por afecto. Supervivencia, ja, ja ¡Qué ironía! Masoquismo, más bien. A eso se le llama saltarse la ley por la manada.

Pasemos al tema de las reacciones. Vemos a un amigo y sonreímos, pensamos alegremente y sentimos afecto. Pero la reacción  no se reduce a la vista ni a la presencia, la misma reacción (a menor escala) sucede ante un simple olor, una sonrisa. Como una energía invisible que sin tocar su fuente te advierte los efectos.

Tanta corriente eléctrica y tanto instinto de compañía para que llegue el día en el que pases de la supervivencia y cubras a tu amigo a la hora del peligro. Lo peor es que sabes que ambos sois de cristal ante el mundo, que aunque pudieses velar siempre, tú no tendrías la capacidad para salvarlo y es entonces cuando piensas: "maldito afecto" ¿Y si no tuviese afecto? Quizá sufriría menos ¿Y si fuese alguien completamente frío? La respuesta es que si no tuviésemos afecto nos mataríamos los unos a los otros y la especie caería, eso es obvio, pero ¿Por qué hasta el punto del masoquismo?

Me imagino que las respuestas científicas serían las siguientes: 1, porque sirve para ser la causa de nuestra mente ávida de inteligencia para el esfuerzo; 2, por el instinto de protección hacia los demás; 3, porque al preocuparse los unos por los otros la especie sale adelante con facilidad.

Yo prefiero contestar porque sí y punto, porque el afecto no es lógico ni ilógico, porque no está hecho para los que quieren medir todo con lupa, porque es nuestra felicidad personificada. Por eso sensaciones tan fuertes en nuestro imperfecto sistema.

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